La Biblioteca de Adriano, el que fuera el edificio público más lujoso de la capital, fue construida en el año 132 d.C. bajo el reinado del emperador romano que se enamoró de la capital griega: Adriano, del cual recibe su nombre. Adriano mandó edificar este edificio multifuncional para que contuviese su enorme y valiosa colección de libros, además de una sala de lectura y un centro de reunión.
Para los enamorados de la historia y el arte antiguo, hoy escribo en el blog sobre uno de los monumentos más importantes a visitar en Atenas, construido al norte del Ágora romana, a los pies de la Acrópolis, y en pleno centro de la actual ciudad: la llamada Biblioteca de Adriano o, también conocida, como la “Biblioteca de las cien columnas”.
* Adriano, hijo adoptivo de Trajano, fue emperador del Imperio romano entre los años 117 y 138 d.C.. Su principal objetivo durante sus años de reinado fue alcanzar la paz, por lo que tuvo que asumir la pérdida de numerosos territorios.
Con el fin de conocer mejor los problemas de sus súbditos imperiales y darles solución, durante dos años viajó por la Galia, Britania, Germania, África y Siria con un grupo de técnicos. A su vuelta, justo antes de regresar a Roma, realizó una última parada en Atenas, de la cual se enamoró perdidamente.
De su paso por la capital helena quedan los restos de su biblioteca, el Templo de Zeus Olímpico y del Arco que también lleva su nombre, levantado justo al lado del templo en su honor por el pueblo ateniense.
Según citan las fuentes históricas, la antigua biblioteca tenía una envergadura de 122 metros de largo por 80 de ancho y estaba rodeada por un total de 100 columnas. Al parecer, la biblioteca también contaba con una piscina o estanque, que habría sido sustituido por una iglesia paleocristiana en el siglo V d.C, y otra iglesia bizantina ya en el siglo IX a.C. Alrededor del año 1835 se levantaron en este mismo emplazamiento los cuarteles del rey Otón, durante la ocupación del imperio otomano.
Por tanto, dos siglos atrás, no quedaba ni rastro de la biblioteca edificada por Adriano. Habría que esperar hasta el 1885 para que los grandes bloques de roca caliza y parte de la columnata de estilo corintio emergieran a la superficie. Fue entonces cuando, debido a los expolios, comenzaron las excavaciones que redescubrieron los restos arqueológicos de dicho monumento.
El recinto en el que se encontraba la Biblioteca de Adriano está a apenas unos metros de la plaza de Monastiraki, lugar de reunión de Atenienses y viajeros. Desde este lugar y dirigiendo la vista hacia la Acrópolis se pueden ver algunas de las columnas corintias que componían la antigua columnata, enmarcadas por la mezquita Tzisdarakis.