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Un tema que toca la fibra sensible en Grecia es el referente a los frisos del Partenón que se exhiben en el Museo Británico… pero, ¿qué pasó en realidad?

Frisos del Partenón: ¿expolio o preservación del patrimonio?

Estos días ha sido habitual ver en portada de todos los medios de comunicación los atentados que los yihadistas están llevando a cabo contra buena parte del patrimonio histórico de Irak. Hace dos días el diario El Mundo publicada:

Tras la destrucción de las antiguas ciudades de Nimrud y Hatra en los últimos días, el autodenominado Estado Islámico se ha cebado este domingo con las ruinas de Dur Sharrukin, fugaz capital de la civilización asiria durante el reinado de Sargon II (722-705 a.C.).

El ministro de Turismo y Antigüedades iraquí Abdel Shirshad ha reconocido haber recibido información de que el recinto -situado en la actual ciudad de Jorsabad, a unos 15 kilómetros al noroeste de Mosul- ha sido atacado este domingo con excavadoras.

Este conflicto que se está produciendo en Irak me ha hecho pensar en qué medidas (internacionales) se deberían adoptar para impedir que este tipo de atentados contra el patrimonio universal tengan lugar. Es difícil dar respuesta a esta solicitud, sin duda, pero, entonces: ¿la solución es permitir que cualquier «organización» destruya el legado de generaciones anteriores?

Este problema me ha hecho recodar otro debate que ahora, por cercanía geográfica, me toca de cerca…

frisos-partenon

El caso de los frisos del Partenón

El pasado 6 de marzo, la entrada a lugares arqueológicos y museos públicos atenienses fue gratuita en memoria a Melina Mercouri. Tal vez alguno la conozca por ser una de las actrices más importantes de la historia griega, pero lo que muchos no saben es que Mercouri llegó a ser Ministra de Cultura del país, convirtiéndose así en la primera mujer que alcanzó dicho puesto.

Durante los años en los que fue ministra de cultura, entre las muchas labores que desempeñó, una de ellas tuvo especial importancia personal: devolver los mármoles del Partenón a Atenas. Finalmente no consiguió su objetivo ya que los mármoles siguen en el Museo Británico (entre otros museos internacionales), pero la «lucha» por el retorno continúa viva en nuestros días. Si quieres echar un ojo a su Fundación, pincha aquí.

¿Qué pasó con los frisos?

Por todos es sabido que el Partenón ( 443 y 438 a.C.) es el emblema no sólo de Atenas, de toda Grecia. Es la representación más perfecta que existe del arte griego. Sin embargo, desde hace cerca de dos siglos, parte de la obra escultórica que decoraba el edificio fue llevada a Londres y ahí sigue desde entonces.

Te cuento qué ocurrió…

Desde el siglo XV, la mayor parte de Grecia perteneció al Imperio otomano y así fue hasta su declaración de independencia en 1821. Durante los últimos años de ocupación turca, entre el 1801 y el 1805, el embajador Británico en el Imperio fue Lord Elgin. Un gran aficionado al arte que supo reconocer la importancia y relevancia de los frisos del Partenón, hacia lo que los turcos sentían más que indiferencia.

A partir de ahí la historia cuenta cómo Elgin consiguió un cuestionado permiso del Sultán para hacerse con 75 metros de friso entre pedimentos y metopas, sobre los 160 originales que lo componían. Al parecer, también se adueñó (esta vez sin permiso) de una de las cariátides del Erecteion y diversas piezas del Templo Atenea Niké.

Otro aspecto cuestionado fue la técnica utilizada para levantar las esculturas, ya que muchos afirman que fueron arrancadas mediante métodos poco ortodoxos. Lo más gracioso de esta historia es que el destino inicial de tales grupos escultóricos era el propio jardín de Lord Elgin. Sin embargo, sus aprietos económicos le llevaron a vender los mármoles al Gobierno Británico en el año 1816 por valor de 35.000 libras.

En 1939 los mármoles fueron vendidos al Museo Británico, donde permanecen expuestos desde entonces en la Sala 18 del edificio. Hoy por hoy, se puede afirmar sin lugar a dudas que los frisos del Partenón, junto a la piedra Rosetta y la estela de Ur, son los mayores reclamos turísticos del museo.

Dos posturas enfrentadas

Dicho ésto, como podrás imaginar, existen dos posturas radicalmente enfrentadas:

Por un lado está la adoptada por el gobierno griego que, como decía, desde la década de los 70-80 está realizando diversas campañas para que los frisos sean devueltos a Grecia. Mercouri fue la precursora de muchas tentativas que vendrían después. La más reciente, la promovida por Marianna V. Vardinoyannis, embajadora de buena voluntad de la Unesco, bajo el título: Recuperar (los mármoles), restaurar (el Partenón) y reiniciar (la historia). Para más información pincha aquí (en inglés).

Por otro lado, tenemos la del Museo Británico, el cual considera legítimo el proceso de adquisición de los mármoles por parte de Elgin, en primer lugar, y del Gobierno y Museo, posteriormente. De acuerdo con la legislación promulgada por el Parlamento inglés en el año 1753, está prohibido despojarse de cualquier objeto que no sea un duplicado. Por lo que están obligados a su preservación en beneficio de la escolaridad internacional y del público en general.

En cumpliendo con esta responsabilidad, el Museo Británico está abierto todos los días y su acceso es gratuito, recibiendo a más de seis millones de visitantes anuales de todas partes del mundo.

Si quieres leer la versión extendida de sus argumentos ante dicho problema, puedes hacerlo a través de la página web del Museo (si no sabes inglés, esta web ha traducido el texto ;))

* A modo de nota informativa decir que existe un nuevo Museo de la Acrópolis, reinaugurado en el año 2009, dotado con instalaciones modernas y espacio de sobra para albergar las obras que actualmente se exhiben en el Museo Británico. De hecho, una sala ubicada en la 3º planta aguarda la llegada de las obras. Visitar página web.

Eso sí, la entrada a dicho museo cuesta 5€. Por su parte, el acceso al Museo Británico es gratuito, como decía más arriba.

¿Qué hay de la opinión internacional?

Según cita Amal Clooney, (esposa de George Clooney y, curiosamente, una de las abogadas encargadas de aconsejar al gobierno griego para la recuperación de los frisos):

Grecia tiene razón al reclamar la unificación. El gobierno griego tiene una causa justa», continuó Amal apasionadamente, citando el apoyo de la reivindicación helena por parte de la UNESCO, del Parlamento Europeo e, incluso, de la opinión pública en el Reino Unido (que según encuesta del diario The Guardian, se posiciona a favor en un 80%).

 

Si quieres leer toda la noticia, pincha aquí!

Muchos afirman que el arte pertenece al lugar para el que fue creado, mientras otros creen que es universal y debe encontrarse donde más gente pueda acceder a él.

¿Tú qué opinas?

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2 Responses
  1. Clara

    Hola Patricia: Yo soy colombiana, aquí hay sitios arqueológicos increíbles, por ejemplo las Esculturas de San Agustín. El arqueólogo alemán Konrad Theodore Preuss en 1914 se robó 21 estatuas de piedra y para ello usó a indígenas y campesinos como «animales de carga». Estas estatuas están en Alemania (Berlín), por google puedes ampliar la información, te recomiendo: http://www.las2orillas.co/el-aleman-que-descubrio-san-agustin-y-se-robo-21-estatuas/.
    Pienso que estas deben volver a su lugar de origen.

    1. Hola Clara!!! Muchas gracias por tu apunte!
      Si bien es cierto que los frisos del Partenón hoy por hoy siguen en el Museo Británico… hay que reconocer que gracias a su preservación, la cual no se podría haber asegurado en caso de haber permanecido en territorio griego, actualmente podemos disfrutar de ellos.
      Como siempre, las cuestiones resultan ser complejas y de difícil solución… he incluso aparecen casos parecidos al otro lado del globo como el que señalas. Veremos qué ocurre finalmente… o tal vez sean nuestros nietos los que lo vean!
      Saludos viajeros!

      Patricia

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