Atenas es conocida por ser una ciudad tomada por el asfalto, con pocos espacios verdes. Y puede que sea cierto. Pero lo que también es verdad es que los que hay son de enorme belleza y, aquí viene lo mejor… la mayoría de ellos son esplendidos miradores naturales desde los que observar la ciudad a vista de pájaro (totalmente gratis :)).
A continuación, voy enumerando uno a uno los principales parques, jardines, miradores y colinas de Atenas. La mayoría de ellos de obligada visita, sobre todo si se quiere ver la ciudad desde otra perspectiva de manera completamente gratuita y, de paso, descansar entre monumento y monumento.
La Colina de Filopapo es la colina que hará las delicias de todos aquellos que esperan tener una foto memorable con la Acrópolis a su espalda. LLegar hasta ella resulta realmente fácil y rápido desde la Acrópolis. En tan sólo cinco minutos te hallarás justo en frente de la roca sagrada, rodeado por una agradable red de senderos en los que poder evadirse del turismo por unos minutos y refugiarse del calor estival.
En pleno centro de la capital ateniense se encuentra la conocida Colina Licabeto o Colina de los Lobos. Subir hasta ella puede ser algo agotador, aunque gratificante (también existe la opción de hacerlo con el teleférico). La panorámica desde lo alto es sencillamente magnífica. Tomarse un café frappé en una de sus terrazas, mientras se contempla la imponente figura de la Acrópolis en el horizonte es una de las experiencia a vivir en Atenas.
Pegados al actual parlamento de Atenas, situado en la Plaza Sintagma, se encuentran los afamados Jardines Nacionales. Son una especie de oasis natural en mitad del caos ateniense. Allí podrás encontrar a gente leyendo, paseando, corriendo, manifestándose justo en frente de la Residencia Presidencial o celebrando todo tipo de actos. Caminar por sus senderos de tierra puede ser una gran experiencia para mimetizarse con las rutinas del ateniense de a pie.
La desconocida Colina Strefi, ya que no aparece en las guías de turismo de Atenas, suele ser la gran olvidada injustificadamente. Situada en pleno corazón del barrio anarquista, Exarchia, es un mirador rocoso que brinda unas bonitas de la ciudad, sobre todo al atardecer.
Una de las visitas más curiosas que se pueden realizar en la capital helena es la de ir al Primer Cementerio, llamado así por ser considerado el primer y más antiguo cementerio de la ciudad (aunque en realidad lo sea el de Kerameikos). El Primer Cementerio se encuentra en las inmediaciones del Estadio Panatenaico, por lo que puede ser una buena alternativa tras terminar su visita. A parte de ver lápidas y cenotafios absolutamente impresionantes, tal vez tengas la suerte de que alguien te ofrezca probar Koliva, una comida ritual que simboliza la muerte y la resurrección. Aquí te cuento la historia…
Además de las colinas o parques anteriormente citados, existen otras dos colinas dignas de mención ya que también son importantes lugares arqueológicos, situados a escasos metros de la Acrópolis. Me refiero a la Colina Pnyx, y al Areópago. Su entrada es totalmente libre y gratuita, y tienen el atractivo añadido de conocer la historia de la antigua Atenas a través de los restos arqueológicos como los que nos proporcionan estos dos enclaves.
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