Justo a mi vuelta de Londres, en mi correo electrónico me esperaba una grata sorpresa. Encontré un mail que me informaba sobre un «Pingback», es decir, una notificación que indica que otra web había publicado un enlace a Escribe cuando llegues en uno de sus artículos. Rápidamente accedí al link que había llegado a mi correo, el cual me redireccionó hasta Diario del viajero. Una popular comunidad, con varios años de experiencia en internet, y con una frecuencia de publicación e índices de visita abrumadores.

La citada web tiene una sección fija, la cual publica todos los domingos, llamada Compañeros de ruta. En ella, se muestra una selección de algunos blogs de viajes que circulan por la red, la mayoría de reciente creación. Y ese es el caso de Escribe cuando llegues, que tan sólo cuenta con cuatro meses de vida, pero muy bien aprovechados.

En Compañeros de Ruta (XCIX) se le dedica un párrafo a este blog, en el que se explica brevemente qué es para mí viajar y se menciona el último post que había publicado hasta la fecha: Las Tullerías, antesala del Louvre.

Para mí, esta mención ha sido una inyección de energía, que no ha hecho otra cosa más que incrementar el deseo por continuar con este proyecto, recién nacido, sí, pero con una ganas increíbles de crecer y seguir alimentando el apetito por viajar de todo aquel que llega hasta este pequeño rincón. ¡Gracias por estar ahí!