A decir verdad, soy una romántica. No lo puedo ocultar ni tampoco lo pretendo. Y es por ello que reconozco que ese romanticismo es el que me ha empujado a que el país de las colinas verdes, la cerveza Guinness y las leyendas celtas sea el próximo destino en mi agenda. Y llegados este punto no seréis pocos los que os preguntaréis ¿qué tiene que ver Irlanda con el romanticismo?
Hace tres años deambulaba por mi casa buscando un libro que leer y le pregunté a mi madre si me podía recomendar alguno. Ella me sugirió un bestseller llamado Turno de noche. Con alguna que otra reserva, ya que el título del libro no me parecía muy halagüeño, comencé a leer la primera página y en 48 horas ya había pasado al siguiente en la lista: Sombra nocturna.
¿Cuál es el hilo conductor de estos dos títulos? Su autora, Nora Roberts. Una de las mejores escritoras de novela romántica actuales con antepasados irlandeses, razón por la cual sitúa sus historias una y otra vez en este hospitalario pulmón verde que mira directamente al Atlántico. Nada mejor para descubrir a Irlanda que este párrafo incluido dentro de una de sus novelas:
«Los grandes campos verdes que se extienden bajo cielos densos, el gris entrecruzado de las cercas de la piedra, la majestuosa caída de un castillo en ruinas, probablemente saqueado por los malditos cromwellianos… Me encanta cómo brilla el sol a través de la lluvia y cómo florecen las flores en los jardines y los campos sin necesidad de cultivarlas. Es una tierra de acantilados violentos y pubs oscuros y llenos de humo. (…) Pero más allá del campo, lo más magnífico de Irlanda es su gente, los irlandeses.».
Nacida del Hielo, por Nora Roberts
Después de leer estas líneas ¿cómo no voy a tener ganas de ir a Irlanda? Al fin voy a tener la oportunidad de conocer este territorio en primera persona y de experimentar en mis carnes todos esos sentimientos y sensaciones de los que habla Roberts en sus novelas, o eso intentaré. Por lo pronto, cuento con nada menos que 10 días para recorrer el país y ya tengo una idea aproximada de lo que me gustaría ver:
Dublín (A) – Wicklow Mountains National Park (B) – Avoca (C) – Kilkenny (D) – Rock of Cashel (E) – Cork (F) – Anillo de Kerry (G) – Península de Dingle – Acantilados de Moher (H) – Galway (I) – Península de Connemara – Sligo (J) – Acantilados de Donegal (K) – Calzada del gigante y alrededores (L/M) – Belfast (N) – Dublín (O)
Este es sólo un itinerario inicial, aún me queda mucho por investigar sobre la isla, cuadrar horarios, consultar precios y preguntar a varios amigos para que me aconsejen sobre aspectos prácticos. Si alguno de vosotros ya ha visitado el país y tiene alguna sugerencia que hacerme, estaré encantada de recibirlas. Como siempre, os escribiré cuando llegue para contároslo todo sobre Irlanda pero antes aún queda mucha tela que cortar sobre mi aventura asiática, así que no me perdáis de vista.
Hola! Soy Patricia, fácilmente me podrás encontrar de ruta por Noruega, haciendo fotos en Seúl o comiendo paella en Ibiza. He viajado a casi 50 países y tachado de la lista algunas aventuras épicas que siempre quise vivir.
Uoh!!!
¡Impresionante artículo!
¡Muchas gracias!
Me alegro que te haya gustado!!!
Espero seguir publicando nuevos artículos sobre Irlanda próximamente 🙂
Abrazos viajeros!
[…] es la primera vez que hablo en mi blog sobre mis debilidades. Si en su día ya cité a Nora Roberts e Irlanda, hoy es el turno de los parajes naturales y las cuevas. Creo que este gusto por visitar […]