Casi dos meses sin reencontrarme con mi mejor y más fiel compañero de viaje. Cómo pasa el tiempo y qué mal tratamos, en ocasiones, a «aquellos» que por encima de todo nos proporcionan su apoyo incondicional, tanto en la parcela profesional, impulsándonos para conseguir nuestros sueños, como en el ámbito más privado, cuando se convierten en nuestros más sinceros confidentes, siempre atentos y preparados a «escuchar» sin juzgar.
Es a tí, querido blog, al que dedico estas líneas como muestra de agradecimiento por todos los momentos de satisfacción que me has brindado a lo largo del último año y por ayudarme a conseguir algún que otro logro profesional. Lo cierto es que me da vergüenza «escribirte» después de tanto tiempo, más aún cuando te tengo casi abandonado. Pero todo tiene una explicación.
A lo largo del último mes me han pasado muchas cosas. Demasiadas. Y aún sigo asimilando alguna de ellas e intentando adaptarme a mi nueva vida y rutina. El viaje que hice a Irlanda, hace ahora justamente un mes, parece que hubiera tenido lugar el año pasado ya que no me ha dado tiempo a «disfrutar» del preciado momento postviaje viendo fotos y vídeos del mismo, comentando las mejores jugadas y escribiendo a mi mejor amigo viajero para contarle todo lo sucedido.
Una nueva vida en Ibiza, lejos de mi tradicional hogar madrileño, me reclamaba sin tregua y es por ello que no te he podido dedicar ni un minuto de nuestros últimos dos meses de vida. Pero estoy convencida que pronto cambiará todo y nuestra relación volverá a ser la misma que antes. Ya lo verás. Solo te pido un poco de paciencia.
Lo siento pero lo tengo que hacer. Como siempre ocurre, te utilizo como plataforma para dedicar alguno de mis más sinceros agradecimientos a personas maravillosas que me voy encontrando por la vida y en esta ocasión el «agraciado» no podía ser otro que Felipe, Flipi, Lipi, Lipe o como quiera que le llame en un futuro porque todavía no he encontrado un nombre acorde con el tamaño de su corazón y generosidad.
Pero lo cierto es que debo sentirme agradecida a toda la familia De Souza Planells, empezando por ErÍka, Kamila y Nanda; pasando por los padres; Emily y Shara y, cómo no, Kaory y compañía. Todos vosotros me habéis ofrecido un hogar en el que sentirme como en casa y siempre os estaré agradecida por ello.
Y a tí, querido compañero viajero, no me pierdas de vista porque pronto volverán a cruzarse nuestros caminos para revivir nuevas aventuras de una vida que, espero, sea narrada a través de mis viajes.
Hola! Soy Patricia, fácilmente me podrás encontrar de ruta por Noruega, haciendo fotos en Seúl o comiendo paella en Ibiza. He viajado a casi 50 países y tachado de la lista algunas aventuras épicas que siempre quise vivir.
No hace falta los agradecimientos cuando lo que recibes viene del corazón. Gracias a tí por el apoyo y por ponerme los pies sobre la tierra cuando parece ser que vuelo demasiado alto en alguna lugar muy lejano a la realidad. Un sueño y un proposito solo se puede lograr cuando tienes ilusión. Estamos juntos en este juego en el cual seremos ganadores.