No podemos hacer el Transmongoliano, ni el Transmanchuriano, así que haremos el Transiberiano. ¿Y si luego vamos a Corea del Sur? Por qué no… » 11 am, nuestro ferry procedente de Vladivostok llega a Donghae una fría mañana de diciembre. Ya estamos en Corea del Sur y el influjo de occidente, aunque presente, cada vez está menos latente. Miramos a la cara de la gente que nos rodea y vemos como sus ojos rasgados nos observan con curiosidad.
La misma curiosidad con la que nos disponemos a conocer su país, pequeño pero rico en cultura y recursos, tanto es así que su economía ha experimentado un increíble crecimiento en los últimos años situando a Corea del Sur entre los países más emergentes a nivel mundial. Veamos qué podemos aprender de ellos.