Existen algunos lugares que te hacen sentir como si estuvieras en casa y a los que no dudarías en ir una y otra vez si las circunstancias lo permitiesen. Mi amigo Carlos, por ejemplo, no entiende cómo es posible que año tras año quiera regresar al mismo sitio teniendo cientos de destinos pendientes por descubrir. Yo siempre le contesto los mismo: «Londres sólo hay una». Ya sé que no es una respuesta como tal, pero hay cosas que no se pueden explicar.

Cada uno tenemos nuestro destino, ese que nos despierta algo dentro, nos atrapa y nos invita a regresar siempre aunque tan sólo sea un fin de semana. Para mí, tiempo suficiente para sumergirse de nuevo en el ambiente callejero de la ciudad por excelencia del eclepticismo, visitar de nuevo algunos de los mejores museos del mundo y descubrir nuevas perlas inéditas de la corona más recia de toda la monarquía europea… todo ello aderezado con un Hyde Park otoñal, teñido por el color anaranjado de las hojas que cubren cada uno de sus árboles.

Ya queda menos de un mes para volver a experimentar ese cúmulo de sensaciones, con dos años de sequía de por medio. Mientras llega el momento, ya he comenzado a perfilar el itinerario de cada uno de los tres días que pasaré en la capital inglesa. Si alguno tiene alguna propuesta que hacerme o algún consejo que darme, ¡este es el momento! Yo, como siempre, os escribiré cuando llegue y os contaré todas y cada una de mis impresiones acerca de esta nueva escapada londinense, que ya alcanza su quinta edición.