Todos sabemos dónde nacimos, qué día e incluso a qué hora… pero lo que nadie sabe es qué será de nosotros dentro de treinta años. Si viviremos en el mismo sitio, a qué dedicaremos nuestro tiempo o, incluso, si aún estaremos vivos. No es que me quiera poner melodramática pero es la verdad. Uno sabe dónde empieza pero no dónde termina. Esta frase cobra auténtico protagonismo cuando se viaja por tiempo ilimitado. Los planes e itinerarios fijados sirven de poco cuando se encuentra una joya en el camino.

Escribe cuando llegues también tiene partida de nacimiento. Nació en Madrid hace poco más de dos años y, a pesar del tiempo, sigue siendo un blog en el que se habla sobre viajes. Sin embargo, las inquietudes tanto personales como profesionales de su autora han hecho que su estructura, apariencia y contenido se hayan modificando poco a poco con el fin de crear un espacio más personal, en el que aparte de dar consejos viajeros, también se hable de las experiencias que se viven durante el camino.

Hoy os presento mi nueva web. El dominio sigue siendo el mismo pero, como podéis ver, la apariencia es totalmente distinta. Finalmente di el paso de cotratar los servicios de un hosting privado que me posibilitase el poder personalizar mucho más la plantilla del blog y eliminar la molesta publicidad que aparecía entre medias y al final de cada post, entre otras cosas. Además, aprovechando el cambio, he modificado los menús y la distribución del contenido, con el fin de facilitar la búsqueda de información en el blog.

Antigua página de Escribe cuando llegues:

En la «Home» ahora se muestra un resumen de las últimas entradas por orden cronológico, y un slider en el que aparecen algunos de los post más interesantes que he escrito. La verdad es que llevaba tiempo queriendo cambiar la plantilla del blog por una mucho más visual e intuitiva, y aunque aún me quedan muchas cosas por hacer, espero que esta primera presentación sea de vuestro agrado.

Así luce la página principal de la nueva web:

Agradecer a Felipe Planells el diseño del logo y la cabecera, y a todos mis familiares y amigos, tanto los que ya no están a mi lado, como los que permanecen, por impulsarme a que este proyecto, que en un principio nació como un pasatiempo, poco a poco se vaya convirtiendo en mi ocupación, a través de la cual poder dar rienda suelta a una filosofía de vida viajera.

A lo largo de esta semana se esperan nuevos post en el blog. Mientras llegan, os dejo cotilleando la nueva web, ¡Saludos viajeros!