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Preliminares de un viaje que promete ser inolvidable por sus ingredientes: Vicenza, Padua, Venecia y Eslovenia. Todo ello en una semana. ¡A disfrutar!

Nos vamos de viaje a... Italia y Eslovenia

Tras haber realizado las oportunas presentaciones, ahora sí, centrémonos en viajes y destinos concretos. Y es que en poco más de dos semanas comienza mi primer viaje veraniego que tendrá como destino dos países muy diferentes entre sí, a pesar de su cercanía geográfica: Italia y Eslovenia.

Mapa de Situación

Este viaje lo podríamos comparar con una moneda de dos caras. Por un lado, la cara de un país (Italia) con siglos de historia prolífica a sus espaldas y con un patrimonio envidiable, difícilmente igualable. La región del Véneto nos dará buena muestra de todo ello y nos invitará a conocer la reina de la corona: la ciudad de Venecia.

La otra cara de la moneda es mucho más nueva y reluciente. Eslovenia es un país de reciente creación, con mucho que ofrecer al viajero ávido por conocer una joya poco «explotada» y “turisteada” en mitad de la amalgama europea.

Nuestro viaje (del 10 al 15 de julio) comenzará y terminará en el aeropuerto de Verona. La ciudad, mundialmente conocida gracias a la novela de Romeo y Julieta, será nuestro punto de partida pero es muy probable que no paremos en ella ya que hace unos años la visitamos durante varios días. Es por ello que prefiero centrarme en otras localidades próximas aún por descubrir como, por ejemplo, Vicenza.

Vicenza o, como a mí me gusta llamarla, la ciudad de Palladio, es uno de esos sitios que derrochan arte en cada esquina. Está incluida dentro de la lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad y su oferta cultural es muy interesante. Su monumento más visitado es la Villa Rotonda, obra maestra del arquitecto renacentista Andrea Palladio. Más tarde, iremos hasta la Villa Contarini, otra de las muchas villas que hay por la zona, y como colofón terminaremos el día en Padua o Padova, como la llaman allí.

Al día siguiente, la visita que centrará toda nuestra atención es Venecia y es que, aunque parezca increíble, me he recorrido casi todo el país de Vitruvio, Brunelleschi y Miguel Ángel pero, por casualidades de la vida, ninguna de las rutas que realicé incluía la que para muchos es considerada como una de las ciudades más mágicas y románticas del mundo.

venice historical regatta

Por su historia, por su patrimonio, por sus carnavales, por sus góndolas, por sus máscaras y por un sin fin de razones más, la también llamada «reina del Adriático» bien merece una visita que seguro nos dejará una huella indeleble en la memoria.

Venecia ocupará tan sólo una de las seis jornadas del viaje. Sé que no es mucho tiempo pero como estoy convencida que tarde o temprano volveré a pisar suelo veneciano, prefiero hacer una primera toma de contacto y dedicar el resto de días a conocer más en profundidad la otra perla olvidada o, mejor dicho, desconocida del Adriático: Eslovenia.

Desde que vi por primera vez una foto del Lago Bled, caí en su hechizo. La imagen de sus azules aguas, limpias y puras, con los Alpes Julianos presidiendo la escena al fondo es un escenario digno de película. Este fue el primer punto que marqué sobre el mapa cuando me dispuse a trazar la ruta sobre suelo esloveno, pero sabía que aún quedaban muchas otras maravillas por descubrir.

El Parque Nacional del Triglav, el lago Bohinj, las cuevas de Postojna, el castillo de Predjama o su capital, Ljubljana, son algunos de esas maravillas de obligada visita que seguro no nos dejarán indiferentes.

En busca de vuelos baratos

En un principio, nuestra intención era hacer un recorrido de una semana en coche por Irlanda, pero cuando miramos vuelos los precios estaban un poco más altos de lo esperado. Fue entonces cuando ampliamos el abanico y busqué vuelos que salieran desde Madrid con compañías de bajo coste. Rebuscando encontré un Madrid-Verona con Ryanair por unos 20 euros cada trayecto. ¡Perfecto para nuestra economía!

De Verona a Venecia sólo hay 125 kilómetros por lo que ya me imaginaba tomándome un helado de tres bolas en la Plaza de San Marcos. La idea de cruzar la frontera italiana en dirección este para visitar Eslovenia surgió al minuto. Como ya he dicho, a Eslovenia le tenía ganas y esta ocasión era perfecta para dar ese pequeño saltito a los Balcanes.

Ya que las distancias a recorrer son cortas (entre Venecia y la frontera eslovena hay poco más de 200 kilómetros), hemos alquilado un coche con Hertz para poder realizar un itinerario mucho más completo, flexible y cómodo.

Estoy segura que este será un viaje precioso que recordaré toda mi vida.

Saludos y… ¡escribiré cuando llegue!

Patricia

PD.1: A la vuelta, a parte del Relato del Viaje por etapas, elaboraré una completa Guía de Viaje con lo que uno no debe perderse si decide hacer esta misma ruta. Pero antes, no te pierdas los Diarios de Viajes que estoy a puntito de publicar con todo tipo de información. ¿Cuál será el primer relato que salga a la luz? Hagan sus apuestas!!

PD.2: Si alguien ha estado en alguno de los lugares que vamos a visitar (en Venecia seguro que muchos) y quiere aconsejarnos o recomendarnos cualquier cosa… estaremos encantados de recibir todas esas sugerencias.


Hola! Soy Patricia, fácilmente me podrás encontrar de ruta por Noruega, haciendo fotos en Seúl o comiendo paella en Ibiza. He viajado a casi 50 países y tachado de la lista algunas aventuras épicas que siempre quise vivir.

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4 Responses
  1. angel

    Hola como estas voy desde venezuela a italia por 10 dias en marzo me gustaria cuadrar $is ias de la forma mas simple economica y fantastica de modo de disfrutar del maximo de itali a muy bajo costo

  2. Me alegro que te guste 😉 Ese es el objetivo!
    Pues me temo que con las restricciones de equipaje que tiene Ryanair está complicado que te pueda meter en la maleta :/
    De todas maneras, no te quejes que acabas de volver de Zurich, aunque no creo que hayas hecho mucho turismo 😉

    Un besitooo

  3. Sara

    Al leerlo, dan ganas de irse contigo!!!!!! me gusta cómo esta redactado, sip!

    Estaré esperando los Diarios de Viajes impaciente.

    Besotes

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