– Atención, -exclama el profesor- pregunta de examen: ¿Qué es Bangkok? -continúa- Pues bien, hay múltiples formas de responder pero la más correcta de todas es hacerlo con su nombre ceremonial: «Ciudad de ángeles, la gran ciudad, la ciudad de joya eterna, la ciudad impenetrable del dios Indra, la magnífica capital del mundo dotada con nueve gemas preciosas, la ciudad feliz, que abunda en un colosal Palacio Real que se asemeja al domicilio divino donde reinan los dioses reencarnados, una ciudad brindada por Indra y construida por Vishnukam«. – Los alumnos, perplejos, se miran los unos a los otros y se preguntan si su querido profesor de geografía ¡se ha vuelto loco de remate!
Lo cierto es que en sentido estricto, Bangkok no es el nombre de la capital tailandesa. Más correcto es decir que corresponde al nombre de una parte del lado Thon Buri del río. En tailandés, con el fin de facilitar y acortar las conversaciones, a Bangkok se la conoce como Krung Thep Maha Nakhon («la ciudad de los ángeles»). Así pues, la «Ciudad de ángeles, la gran ciudad, la ciudad de joya…», Bangkok para los amigos, ya nos intenta engañar con su propio nombre, ¿será un adelanto de lo que nos espera?
Quien piensa que Tailandia es un país de playas infinitas, templos milenarios o religiosidad absoluta, ideal para adentrarse en la cultura budista, no está exento de razón… pero también debe saber que es un país de contrastes, en el que poder descubrir una gama de olores inimaginables (no siempre agradables), aventurarse con su riquísima variedad gastronómica (aunque haya que tener cuidado con algunos puestos callejeros) y estar preparado para cuando cualquier hijo de vecino nos intente vender la moto y tengamos que regatear hasta las últimas consecuencias.
Hechas las presentaciones, lo primero sobre lo que debería hablar es de la moneda y la diferencia horaria. En Tailandia el reloj se tiene que adelantar cinco horas con respecto a España, por lo que desde que se sale de casa hasta que se llega a Tailandia, lo más probable es que haya transcurrido casi un día entero de vacaciones entre el tiempo de duración de los vuelos y las cinco horas que hay que sumar por diferencia horaria. Sobre la moneda, en el país del thai se usa el baht. Hoy, un euro equivale a 40.6566 THB (cuando yo hice el viaje, dos años atrás, un euro correspondía a casi 50 THB). Si quieres ver la equivalencia actual, pincha aquí.
Sobre el resto de aspecto prácticos del país (transporte, lugares que visitar, hoteles en los que dormí, o presupuesto del viaje) hablaré en profundidad en la Guía Práctica que elaboraré sobre cada uno de los cinco países del Sudeste Asiático que visité, justo a continuación de los diarios que comienzan hoy. Por tanto, lo que nos atañe ahora son los relatos por etapas de un viaje apasionante, en los que narraré en primera persona mi día a día a más de 14.000 kilómetros de casa.
Pasaron casi 24 horas desde que cogiéramos el primer vuelo en Madrid y pisáramos suelo tailandés. Para ello, tuvimos que hacer una escala en Milán ya que desde allí volábamos a Bangkok con la compañía italiana Blue Express. Una aerolínea low cost que realiza algún que otro trayecto de largo recorrido y que, sin previo aviso, nos obligó a realizar una segunda escala de al menos dos horas en la localidad costera de Phuket, con el consiguiente retraso en la llegada de nuestro vuelo a Bangkok.
Finalmente, a las 8 de la tarde, hora local, nos bajamos del avión y lo primero que nos llamó poderosamente la atención es el calor que hacía, acompañado por una enorme humedad. Cuando recogimos las maletas, la primera gran cuestión a la que uno tiene que dar respuesta en el aeropuerto de Suvarnabhumi es: ¿qué transporte utilizo para ir hasta el hotel?
Por fortuna, la oferta es bastante amplia pero hay que tener mucho cuidado ya que Tailandia es tierra de timadores y lo que puede parecer una buena idea en inicio, puede convertirse en un sacacuartos. Hay varias formas de llegar al centro de la ciudad:
Nosotras nos decantamos por el Taxi Oficial. Tan sólo hay que indicar el destino final a cualquier de las 3 ó 4 personas que hay atendiendo y éstas te entregan un papel con el número de taxi que tienes que coger y los datos de la licencia del taxi. MUY IMPORTANTE: Siempre que se coja un taxi, hay que pedir al conductor que ponga el «meter» o taxímetro, de lo contrario te podrá cambiar el precio del trayecto siempre que quiera.
Nuestro hotel estaba situado algo alejado del centro, por lo que no pudimos compartir taxi con otra pareja de mochileros que se dirigían al bullicioso barrio de Khaosan Road. Esa es la calle donde se aloja todo backpacker que se precie de visita en la ciudad, pero para nosotras ya era demasiado tarde porque la reserva en el Bangkok City Suite estaba confirmada desde hacía semanas.
Debido al cansancio acumulado del día anterior, decidimos no madrugar y despertarnos de manera natural. El objetivo era estar frescas y activas para afrontar nuestro primer día en Bangkok que, por cierto, caía en sábado. Precisamente por eso, yo había previsto dedicar esta jornada a visitar uno de los atractivos de la ciudad, que muchos viajeros ignoran que existe y que solo se puede disfrutar en fin de semana. Me refiero al Mercado de Chatuchak.
El Mercado de Chatuchak es uno de los mercados más grandes del mundo. Esta situado a las afuera de Bangkok y ocupa varias hectáreas de extensión, ya que cuenta con más de 15.000 puestos en los que poder comprar de todo: artesanía, muebles, electrodomésticos, comida, ropa, etc.
Como inconveniente decir que solo tiene lugar durante los fines de semana, por lo que hay que reservarse un sábado o un domingo que se vaya a pasar en la capital tailandesa y rascarse los bolsillos con sus gangas, que las hay y muchas.
Cada fin de semana, el mercado es visitado por más 200.000 personas, entre turistas y locales. La mejor forma de llegar es en transporte público: en Skytrain hasta la estación de Mo Chit (Sukhumvit Line), en metro y parar en Chatuchak Park, o en autobús, como hicimos nosotras. Eso sí, antes nos informamos en el hotel en el que nos hospedábamos para ver qué numero era el que más nos convenía coger.
El mercado está dividido en 27 secciones y cada una de ellas vende cosas diferentes:
Sección 1: amuletos, libros, artículos de colección y tiendas de alimentación.
Sección 2 a 4: coleccionismo, decoración del hogar, pinturas y terracota.
Sección 5-6: ropa, adornos y productos de diversa índole.
Sección 7 a 9: antigüedades, muebles, cerámica y artesanía.
Sección 10 a 16: ropa, productos de consumo, adornos, electrodomésticos y mascotas
Sección 17-19: cerámica y alimentos.
Sección 22-26: antigüedades, muebles y artesanía.
Sección 27: libros, alimentos y objetos de colección.
Sobre las 12 de la mañana llegamos a este inmenso mercado y nos pusimos a caminar de puesto en puesto con el fin de comprar algo de ropa que poder usar durante el resto del viaje. Yo llevaba la mochila bastante ligera porque tenía la intención de comprármela allí a un precio muy reducido. Así que Chatuchack era el lugar perfecto para ello. Seis camisetas y una gorra por menos de 10 euros fueron mis adquisiciones, ¡toda una ganga!
Por otro lado, nos dio pena no comprar más cosas como recuerdo o regalo porque había verdaderas maravillas… pero la perspectiva de tener que estar cargando con ellas durante los 43 días restantes, fue lo que nos animó a dejar las compritas para más adelante. Como decía, algunos puestos de antigüedades, pinturas u objetos thai son una pasada y su precio es absolutamente inmejorable. A pesar de todo, y como ocurre con todos los puestos de venta al público del país, el regateo es IMPRESCINDIBLE. Digamos que es el deporte nacional, por encima, incluso, del Muay Thay.
El mercado está al lado del parque Suan Chatuchak, lugar de recreo y descanso de muchos tailandeses. Nosotras comimos allí dos deliciosos rollitos que compramos por 50 THB en uno de los múltiples puestos que hay dentro del mercado y, después, continuamos con las compras. Por cierto, el mercado abre sus puertas al público sobre las 8 de la mañana y las cierra a las 6 de la tarde.
Tras cinco horas caminando por laberintos techados con uralita y esquivando cubos de agua repartidos por el suelo, ya que gran parte de la mañana estuvo diluviando, decidimos volver al hotel, pegarnos una buena ducha y conocer sus alrededores carentes de encanto. Al final, nos fuimos pronto a la cama para reponer fuerzas de cara al día siguiente en el que nos esperaba la mejor cara de Bangkok: su centro regio.
Hola! Soy Patricia, fácilmente me podrás encontrar de ruta por Noruega, haciendo fotos en Seúl o comiendo paella en Ibiza. He viajado a casi 50 países y tachado de la lista algunas aventuras épicas que siempre quise vivir.
[…] Ese suceso supuso el fin del esplendor de una gran ciudad y el origen de una nueva situada a tan sólo 76 kilómetros al sur, junto al río Chao Phraya. Una ciudad que primero fue llamada Krung Thep Maha Nakhon (la ciudad de los ángeles) y que después adoptaría el nombre de Bangkok. […]
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Muy interesante y muy practico. Un destino mas (y ya van muchos) que apuntarme.
Enhorabuena por el post!
Muchas gracias!!! Ya tienes otro destino interesante que visitar después de Brasil. Y recuerda… cuidado con la «Sonrisa tailandesa» 🙂
Un beso,
Patricia