Ya hace una semana que abandoné Luang Prabang y sin embargo parece que fuera ayer cuando caminaba por sus calles en soledad con el único propósito de captar la esencia del Laos de «andar por casa» a través del objetivo de mi cámara. Lo cierto es que no fue tarea difícil a pesar de los innumerable turistas que deambulan por sus calles a diario. De manera inexplicable, la joya del norte renuncia a perder su identidad, sus orígenes y sus tradiciones. Sin duda en este aspecto radica su grandísimo atractivo.
Desde el año 1995 la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es por ello que es considerada sin duda el corazón de la cultura laosiana. Una de las tradiciones más arraigadas y más conocidas de todo el país es la llamada Ceremonia de entrega de almas. Tiene lugar cada mañana entre las 5:30 y 6:30 horas por las calles principales de la ciudad.
Durante la ceremonia, cientos de monjes salen de sus templos y monasterios para recorrer las calles recolectando los alimentos que les ofrecen lugareños y turistas para su consumo diario. Para ello, previamente todos aquellos que quieren hacer una ofrenda en forma de comida a los monjes, se sientan en las aceras en espera de que una fila infinita de túnicas color azafrán haga su aparición en escena.
Más tarde, en perfecto orden y silencio, todos los monjes, desde los más jóvenes a los más ancianos, pasan por delante de todas aquellas almas caritativas que, arrodilladas, llenan poco a poco sus cestos con arroz, fruta y galletas, entre otros alimentos. Sin embargo, si se quiere participar en la ceremonia hay que tener cuidado con la comida que se compra para la ofrenda ya que algunos monjes han resultado intoxicados tras comer comida caducada o en mal estado.
No es de extrañar que en Luang Prabang pueda presenciarse una ceremonia como ésta ya que la ciudad está considerada como el centro de aprendizaje budista más importante de Laos.
En definitiva, muy pocas veces mereció tanto la pena madrugar y poder vivir un acto repleto de espiritualidad que esperemos no se desvanezca con el paso del tiempo o se convierta en un mero reclamo turístico. Confiemos en la filosofía de una ciudad que, por el momento, ha logrado encontrar la perfecta consonancia entre el turismo creciente y la conservación de las tradiciones ancestrales.
Hola! Soy Patricia, fácilmente me podrás encontrar de ruta por Noruega, haciendo fotos en Seúl o comiendo paella en Ibiza. He viajado a casi 50 países y tachado de la lista algunas aventuras épicas que siempre quise vivir.
¿Por qué se llama entrega de almas? Se entrega comida… 😉
[…] sol. Tiempo justo para vestirse y coger la cámara con la batería cargada. Objetivo: retratar la Ceremonia de entrega de almas, una de las tradiciones más longevas. Esta tiene lugar todas las mañanas y está protagonizada […]
Wow, es impresionante como puede seguir viva esta costumbre! Muy buena informacion 🙂
Gracias Martina!
Lo cierto es que Asia es un continente donde permanecen vivas muchas tradiciones ancestrales gracias a la religión, la cual sigue siendo un pilar importantísimo para la sociedad. Seguiré informando.
Abrazos viajeros!
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